viernes, 17 de diciembre de 2010

CABEZA, MANOS Y PIES

Lev 1:8 Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, acomodarán las piezas, la cabeza y la grasa de los intestinos sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar.


 

Qué es lo mejor de un Becerro: Roast Beef, Sirloin chuleta, costillar, filete, agujas, pecho, espaldilla, tbone, aguayón, cuete, pierna, etc. Pero el Señor no nos pide ninguna de estas partes, sino que se complace en la cabeza, las entrañas, la grasa y las patas. El no nos pide los mejores cortes, ni americano ni europeo, no, Él nos pide lo peor.

La cabeza con todo lo que tiene, sus sesos, ojos, cachete y lengua, así como la pata, no es lo mejor del ternero, sino lo más barato. Por eso no encontramos en los puestos de tacos, ni tbone, ni chuleta, sino solo cabeza y sesos, porque es lo más barato, lo más grasoso, lo peor.

La grasa es figura del pecado ¿No será que nuestros sesos son de lo peor? ¿O que nuestras manos han tocado lo que no es nuestro? Tal vez nuestros pies también son rápidos para el mal y nuestro caminar se ha ensuciado. El taco de ojo ¿Lo conoces? Eso es lo que nos pide Dios, lo peor y no lo mejor que hay en nosotros.

Jezabel perdió todo, menos sus extremidades y su cabeza. Porque los perros o malos ministros (Fil 3.2), no comen cualquier cosa, no reciben lo peor, codician "lo mejor". Sabían que la cabeza y las extremidades de Jezabel eran sucias. Los malos ministros no quieren oír de pecado, ni de arrepentimiento, quieren ver una apariencia de piedad en el pueblo, bien portaditos en la congregación, aunque afuera sean diferentes. En cambio Dios quiere nuestra suciedad para limpiarla, a Él no le escandaliza nuestro pecado, al contrario, quiere purificarnos.

Pedro dijo: "no solo los pies, lávame también las manos y la cabeza". Ese es el sacrificio que espera Dios de nosotros. Lo que pensamos, lo que oímos, lo que vemos, lo que hablamos, lo que hacemos y nuestro caminar. Esto es lo que debemos de presentar siempre al Señor Dios para que se agrade de nosotros.


 

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Romanos 12:1


 

lunes, 13 de diciembre de 2010

DE LO PURO LO PEOR

Luego Noé construyó un altar al Señor, y sobre ese altar ofreció en holocausto animales puros y aves puras. Génesis 8.20

Los animales puros del arca simbolizan a los creyentes que pueden ofrecer un verdadero sacrificio al Señor. Llama la atención que el Señor pidiera a Noé sacrificar animales en via de extinción, de los puros en lugar de los impuros; en todo caso era mejor eliminar a los animales "malos" y no a los "buenos", ¿o no?

La alabanza es propia de los justos (Sal. 33.1), pero no de los impíos. Dios pide al puro que se purifique más. El sacrificio de animales impuros siempre fue una abominación para el Señor.

Lo peor de lo puro es lo que pide Dios. No está pidiendo su pureza ni su justicia. La naturaleza de Dios es la santidad, además de estar rodeado de pureza. ¿Qué podría sorprender a Dios de nuetra justicia?

La lección es: que aún los animales "puros" tienen impurezas que entregar. Dios no quiere sacrifiquemos lo mejor que tenemos, llegando a la iglesia diciendo "Señor gracias por hacerme tan bueno", "Ojala mis hermanos sintieran lo que yo, adoraran y lloraran como yo". Lo único bueno que tenemos viene de Él, y eso es lo que menos busca de nosotros. Lo que Dios quiere es que entreguemos nuestro pecado. Eso sí es nuestro.

miércoles, 25 de agosto de 2010

LE ADORO POR LO QUE ES Y POR LO QUE SOY

La muerte de Moisés es un gran ejemplo de cómo debemos entregarnos al Señor. Este siervo de Dios después de haber rogado entrar a la tierra prometida, lo único que recibió fue una negativa y la noticia de que moriría sin entrar. Su espíritu se había amargado antes, la prueba ahora era no morir así. Sin embargo, antes de subir al monte donde Dios le daría sepultura, bendijo a las tribus de Israel, aconsejó y animó a Josué, su sucesor, y luego como cordero mudo subió al lugar donde entregaría su espíritu (Dt 34.1-5).
Él profeta, luego de recibir el mensaje del Señor para Acab, le dijo a uno de sus consiervos: "Golpeame", a lo que el otro se negó. Tuvo que buscar uno que sí obedeciera a la palabra de Jehová (1 Reyes 20.36-37). ¡Nunca te has preguntado por qué Dios le pidió esto? ¡Si el que había pecado era Acab! ¿Por qué le había de pegar a él?
"Tú y yo estamos aquí porque lo merecemos" Ese ladrón ya estaba sobremanera arrepentido, y luego el Señor Jesús lo perdonó, sin embargo seguía colgado, y más allá de eso, no fue rescatado, sino que murió (Lucas 23.41).
Morir, obedecer o confrontar las consecuencias de nuestro pecado, no pueden considerarse adoración únicamente porque decimos conocer lo que Dios es, sino que se hace indispensable también conocer lo que nosotros somos.
Nosotros no sólo somos lo que hacemos, sino todo aquello de lo que somos capaces. Dios no ignora nuestros abismos, pero nosotros siempre lo hacemos. Nosotros nunca queremos tratar con nuestros escondrijos más secretos, pero Dios sí. Por eso cuando decimos: "te adoro Señor, no por lo que haces, sino por lo que tú eres, y te adoro también porque ando bien, he hecho buenas obras, por lo cual tengo entrada a tu presencia", erramos, fallamos en la adoración verdadera y nos vamos de lado hacia un culto vano.
No que no seamos bien portados o que no sea necesario hacer buenas obras; así como no se le puede adorar a Dios sólo por lo que hace, sino más bien por lo que es, también no le podemos adorar en espíritu y verdad por lo que hacemos, sino más bien conociendo bien quiénes somos, todo de lo que somos capaces; que ni siquiera nosotros conocemos a cabalidad el engañoso corazón que cargamos; que la carne aún nos cubre con sus concupiscencias e incluso en los tuetanos llevamos impregnado el pecado; que nuestras lágrimas en el culto muchas veces no pasan de ser un chantaje sentimental para el Señor; que mientras vivamos seremos un peligro para nosotros mismos y para muchos; que entendemos bien que Dios nos perdona, pero nuestro deseo en realidad es lograr cambiar de una vez por todas.
Esa era la gran diferencia entre el publicano y el fariseo cuando oraban en el templo. Fue este conocimiento lo que hizo que Moisés decidiera dejar de estorbar el plan de Dios para subir al monte. Lo que le dio valor al profeta para recibir un golpazo de su colega. Es la revelación que recibió el ladrón -no sólo acerca de Cristo, sino de quién era él mismo-, para poder decir determinantemente: "Nos lo merecemos". Ni Moisés, ni el profeta, aún el ladrón, no aceptaron la voluntad de Dios por causa de sus malas obras, sino porque entendían que su constitución, su naturaleza o su ser, debía ser tratado por la voluntad divina. Solo así podemos entender que Dios es soberano, no porque se le da la gana -como muchos piensan- tratar con sus siervazos, sino porque es necesario para nuestra salvación y madurez, tratar con creyentes que todavía son de carne y hueso.

lunes, 12 de julio de 2010

LUTERO Y LA SANTA CENA (PARTE II)

"Lutero rechazaba categóricamente la transubstanciación, que le parecía atada a categorías aristotélicas... Pero por otra parte, tampoco estaba dispuesto a decir que la comunión era un mero símbolo de realidades espirituales. Las palabras de Jesús al instituir el sacramento: "esto es mi cuerpo", le parecían completamente claras. Por tanto, según Lutero, en la comunión los fieles participan verdadera y literalmente del cuerpo de Cristo. Esto no indica, como en la transustanciación, que el pan se convierta en cuerpo y el vino en sangre. El pan sigue siendo pan, y el vino sigue siendo vino. Pero ahora están también en ellos el cuerpo y la sangre del Señor, y el creyente se alimenta de ellos al tomar el pan y el vino" (González, Historia del Cristianismo, Tomo 2, pág. 49).

Si enseñas que recibes vida por medio de un "punto de contacto" o Santa Cena, cómo insistes en que es un mero símbolo.
Si predicas que es necesario comer del pan y beber del vino para reconciliar con el Padre ¿por qué dices que un símbolo tiene esa eficacia?
Si afirmas que la mesa del Señor tiene el poder de transmitir la génetica o el ADN de Cristo a los que la ingieren ¿por qué aseguras que el pan no es más que pan y el vino únicamente vino?
Si gritas desde el púlpito que quien coma y beba indignamente del pan y del vino se debilitará, se enfermará o incluso morirá ¿quieres decir que un simple símbolo haría todo eso?
Si insistes que el partimiento del pan y el compartir el vino pueden dar sanidad a los enfermos ¿estarás dispuesto a explicarnos cómo un mero símbolo lo lograría?

¿Hasta dónde llega el sentido y la eficacia del partimiento del pan? ¿De qué modo vemos la relación entre la materia y el espíritu? "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Jn 6.63). Lo que dice el Señor aquí es precisamente que lo espiritual es más literal y real que lo que ven nuestros ojos. Si dice "mis palabras son espíritu" no significa "mis palabras son simbólicas", sino todo lo contrario: "mis palabras hablan de realidades espirituales más ciertas que las visibles". Si no, ¿de qué manera podría juzgar la Santa cena a los indignos con debilidad, enfermedad y muerte según 1 Corintios 11.30? ¡Un simple símbolo no puede tener esta eficacia! ¿El árbol de la Ciencia y el árbol de la Vida son simbólicos o son físicos? ¿Adán y Eva comían de esos árboles o no? ¿Y si son físicos cómo podrían afectar la naturaleza espiritual para dar vida espiritual eterna o muerte espiritual en un cuerpo físico que aún vivía? ¿Lo espiritual es literal o sólo simbólico? ¿Crees que sean preguntas para responder en la venida del Señor Jesucristo o para gozarnos ahora?

lunes, 5 de julio de 2010

DOCTRINA DEL APÓSTOL OTHONIEL RIOS PAREDES (Parte II)

El hombre que adula a su prójimo tiende una red ante sus pasos. Pr 29.5

La doctrina del apóstol Othoniel Ríos Paredes puede ser predicada durante las siguientes décadas, pero siempre hablará más un buen testimonio. Si una doctrina no puede cambiar a nadie, no sirve de nada. El hermano Otho siempre dio ejemplo junto con la palabra que predicó. Si exhortaba acerca del ecumenismo o la falsa unidad, también lo vivía. Fue muy duramente criticado por su ostracismo, sin embargo se mantuvo firme, con un crecimiento pujante y un avivamiento continuo en su iglesia hasta el día que el Señor Jesucristo lo llamó a Su gloria.

Alguna vez dijo el doctor Othoniel "Tengan cuidado con los showman", pues sabía que esa actitud era la base de la falsa unidad que tanto se predica hoy. Es fácil impresionar a la gente, preo impresionar a Dios es otra cosa. La mayoría de los que se reunen en diferentes asociaciones pastorales lo hacen para ungirse unos a otros y aplaudirse entre ellos, adulando tanto a ministros como a integrantes de otras congregaciones. Son sólo predicadores de plataforma.
Cuando leemos en una tarjeta de presentación: Fulano de Tal, profeta a las naciones, y debajo de sus telefonos una nota: Se da cobertura, notamos el fuerte deseo de ser notorio, de obtener autoridad y poder. Acab era un ministro prostituto (1Ry 21.25), que tenía intimidad con cualquiera para así recibir unas cuantas lisonjas y títulos. Apóstol, profeta, evangelista, pastor o maestro NO son títulos, sino funciones. Hay quien tiene el título colgado en la pared sólo para vergüenza, y hay quien funciona bien sin nombramiento alguno.
Sucede como el hijo de familia que regresa de la escuela secundaria con ciertas manías extrañas, entonces su papá le pregunta "Y ahora con quién te estás juntando?". O como la niña de segundo grado, de la misma secundaria; tiene novio en primero y un pretendiente de tercero, también la vienen a visitar unos amigos de la preparatoria, además de tener novio en su vecindad y otro en la iglesia. Las congregaciones no están llamadas a ser adolescentes que coqueteen con todo el mundo, no, sino que están llamadas a ser maduras y a desposarse con un sólo esposo: Cristo Jesús.

Ojalá que me soportarais un poco de insensatez; y en verdad me sopostais. Porque celoso estoy de vosotros con celo de Dios; pues os desposé a un esposo para presentaros como virgen pura a Cristo. 2 Cor 11.1-2

martes, 29 de junio de 2010

LUTERO Y LA SANTA CENA (PARTE I)

¿Cómo recuerdas a Martín Lutero? ¿Qué significa para ti? Para los católicos romanos fue un hereje y un traidor, pero para la gran mayoría de los evengélicos representa la reforma y regreso de la iglesia a los principios más fundamentales del evangelio. Ningún evangélico jamás ha dicho que Lutero fuera un hereje o un ignorante de la Escrituras, por su sufrido valor a favor de la verdad y su profundo conocimiento de la Biblia (la cual tradujo al alemán), le ha ganado el respeto de todo el cristianismo.
No obstante Martín Lutero no alcanzó a restaurar todas las verdades bíblicas. La iglesia estatal, el bautismo de infantes, el sacerdocio de todos los creyentes e incluso la mariología, fueron temas en los que Lutero no quiso profundizar más. Pero es el tema de la mesa del Señor el que necesitamos abordar ahora y en el que creemos que Lutero sí profundizó. Al día de hoy no muchos concuerdan con él. Si la Biblia habla del velo, no me importa que el clero romano también. Si la Escritura enseña sobre el milenio, no me importa que los Testigos de Jehová también. Lo que nos importa es lo que dice la Palabra de Dios.

La palabra cena viene del griego koine, que significa común, por ser la única comida del día que se tomaba en familia por la media tarde. Es una de las dos ordenanzas, junto con el bautismo, que Jesús instituyó para que la iglesia siguiera practicando y recordar y proclamar su muerte (1 Cor 11.24.25).
La última cena de Cristo fue en realidad la primera, y se celebró durante una fiesta que era la pascua. En los ejemplos que nos deja la iglesia primitiva se confunde la ceremonia de participar del pan y el vino con los ágapes que celebraban, que eran festividades donde todos los creyentes compartían sus alimentos. Dados los abusos cometidos en la iglesia de Corintio (1 Cor 11.17-20), pronto se fue dejando de lado la comida del ágape, y se fue reduciendo a la comunión del pan y el vino.
Cuando el Señor partió el pan (gr. artos), éste era un pan común y no sin leudar (gr. ázumos). Incluyó vino y no zumo de uva (Mt 26.26). Es así como debemos celebrar la mesa del Señor, conforme a lo que está escrito. Pero hay algo más ¿cómo ignorar lo que dice la Escritura "esto es mi cuerpo" y "esto es mi sangre" en Mateo? Lutero después de convertirse, nunca creyó en la transubstanciación, esa mentira del clero romano, sin embargo creía, como nosotros, que al realizarse la comunión tenía lugar una acción interna y divina por medio de este punto de contacto.
(Continua...)

martes, 22 de junio de 2010

DOCTRINA DEL APÓSTOL OTHONIEL RIOS PAREDES (Parte I)

En su famoso mensaje, "Yo vi el Apocalipsis", el hermano Otho afirmaba que los dos últimos y más grandes enemigos de la iglesia serían el legalismo y el ecumenismo, una advertencia que Dios le regalaba, más que a todas las iglesias, a la que el mismo apóstol Ríos cubría.
¿Quién guarda fielmente la doctrina del apóstol Otho? Es una pregunta que muchos se hacen el día de hoy, y creo que es muy dificil contestarla en su totalidad. Lo más sencillo para todos es analizar lo más importante de tal doctrina, precisamente las advertencias dejadas. Hay muchas de éstas, comentemos ahora al legalismo.
Legalismo es fariseismo, esclavitud ante tradiciones y doctrinas de hombres. "No tomes en tus manos, no pruebes, no toques" (Colosenses 2.21), es enseñar bonito y vivir feo; es ser doble cara, actor o "showman"; es fabricarse una imagen con música, conocimiento y títulos, pero sin obediencia; es saber sólo para obtener fama; es enarbolar una doctrina que no cambia y por tanto, que no sirve; es ser ministro grande en persona pequeña; es ser usado pero no ser salvo; es hablar de Cristo para poder robarse Su gloria; es tener como meta los lugares más importantes y los de honor; es consagrarse para un ministerio y no para el que le salvó; es dejar que nos llamen padre, líder o maestro; es recibir a los que se glorían y menospreciar a los que el Señor envía; es predicar Mateo 24 sin vivir el 23; es instruir acerca del fin del mundo sin profundizar en las bases de la gracia; es enseñar doctrinas que no cambian; es no enseñar que el único perfecto es Dios; es hablar mal de todos pero menos de uno; es blanquearnos por fuera sin reconocer que las tormentas nos despintan; es perdonar a los saules y matar a los davides; es usurpar la obra que le corresponde al Espíritu Santo; es tratar de limpiar a las personas de afuera hacia adentro; es juzgar por las apariencias; es pretender honrar a los justos del pasado rebelándonos a sus enseñanzas en el presente; es distraernos con el pecado de los demás; es alimentarnos con las faltas de otros para crecer nosotros; es presumir diciendo "yo nunca hubiera caído en eso"; es no reconocer que todos tenemos algo de Caín, Absalón y Judas; es no perdonar cuando decimos haber sido perdonados.

La mejor manera de honrar a la gracia es obedeciendo.
Othoniel Ríos Paredes

ELIEZER O JOSUÉ

No debemos impedir que entren a la iglesia hermanos de otras congregaciones, aunque de ninguna manera debemos hacer labor para traerlos.
La comparación la vemos entre el discipulado de Eliezer y el de Josué. Uno trabajó con una Rebeca madura quien ya conocía de Dios; el otro con niños que no tenían ninguna experiencia.
Si notamos, deben ser menos los que lleguen ya maduros a la iglesia, y deberían ser más los que nazcan y se desarrollen en nuestras congregaciones.
Rebeca era una sola, madura, diligente y comprometida a dar mucho más; pero los niños de Josué eran miles y miles, quienes crecieron en el desierto con el propósito ferreo de cruzar el Jordán para conquistar la tierra prometida.
Alguna vez escuché de un hermano pastor con una iglesia enorme, que afirmaba que el 90% de sus congregantes habían nacido allí con él, y únicamente el 10% venían de otros lugares. ¿No será que por comodidad y pereza estamos congregando sólo al diez porciento de la congregación que nos toca dirigir y el noventa está allá afuera esperando que los evangelicemos?
No vayamos pues por las Rebecas y dejemos que sea el Espíritu Santo quien las atraviese en nuestro camino. Pero lo que sí debemos hacer es ir por esos miles que están esperando nacer y desarrollarse en casa, gente que también estará dispuesta a creer a la palabra y realizar la voluntad de Dios cruzando el Jordán al tercer día, para tomar la tierra que Dios le ha prometido.

También entrarán en la tierra los niños que ustedes dijeron que serían botín de guerra. Y serán ellos los que gocen de la tierra que ustedes rechazaron. Números 14.31

lunes, 7 de junio de 2010

ENTRENADOS

Ellos le respondieron a Josué: Nosotros obedeceremos todo lo que nos has mandado, e iremos a donde quiera que nos envíes. Te obedeceremos en todo tal como lo hicimos con Moisés. Lo único que pedimos es que el Señor esté contigo como estuvo con Moisés. Josué 1.16-17

Si observas con cuidado te darás cuenta que crecer a la sombra de alguien tiene sus privilegios.
Eliezer, Josué e incluso los mismos apóstoles disfrutaron de cosas que sus entrenadores no pudieron ni siquiera ver.
Eliezer trabajó con la esposa de su Señor, Abraham no. Josué guió un pueblo que habría de cruzar el rió Jordan hacia la tierra prometida, Moisés no. Los apóstoles del Señor Jesucristo vieron la edificación de Su Iglesia, el Salvador no.
Cuando Moisés se despedía dijo: ¡Si fueron rebeldes contra el Señor mientras viví con ustedes, ¡Cuánto más lo serán después de mi muerte! (Dt 31.27), sin embargo no, no fueron rebeldes, pues fueron más obedientes que las personas con las que trabajó Moisés. Ni siquiera Moisés conocía el alcance que tenía el entrenamiento.
Moisés se amargó con el pueblo poque estaba acostumbrado a ver la perfecta santidad de Dios, que era su entrenador, y cuando volteaba a ver al pueblo se llenaba de frustración. Josué no se amargó, pues estaba acostumbrado a ver los errores de Moisés, su señor.
Nadie quiere trabajar con gente cananea, que en realidad no es de la familia de Abraham, mucho menos con personas que nos vayan a amargar y que además nos vayan a estorbar para no conocer la tierra prometida, pero si nos dejamos entrenar trabajaremos con la esposa de Cristo, con los que han de cruzar al tercer día hacía el Canaán celestial.

sábado, 15 de mayo de 2010

Amistad Artificial

Si no merecemos la herencia, si no nos la hemos ganado, no importa. Con un poco de astucia e insistencia la podemos obtener. Eso es lo que nos enseña el hijo pródigo en Lucas 15.
Gozo artificial, paz fabricada, amistades ilusorias fueron creadas por la astucia de un hijo que estaba cansado de la rigidez de su padre.
¿Dónde buscamos nosotros esa amistad, esa paz? Cualquier cosa se puede sustituir. Un amigo, una fiesta, un lugar, un hijo, bueno, hasta un conyuge (si eres viudo), pero un padre jamás se podra sustituir por otro.
¿Pero se debe ir por el pródigo? No, no, no. Es necesario que llegue solo.
¿Y cuando regresará? No cuando tenga hambre, sino cuando se de cuenta que en la casa de su padre los criados comen mejor que él.

lunes, 10 de mayo de 2010

FAMILIA DEL SEÑOR

Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él. Juan 7.5

También nosotros somos familia del Señor Jesús, pero ¿somos como la que Él tenía? Dios escogió la mejor mujer y al mejor varón para que guardaran a su Hijo, ¿qué estamos haciendo nosotros?

¿Santos peregrinos? El primer desconcierto de esta pareja que buscaba posada fue preguntarse ¿por qué si llevamos al hijo de Dios no encontramos un lugar para el parto, para reposar y sobre todo para el niño? No fue su fe la que les trajo al Hijo de Dios, y cuando tuvieron fe no encontraron posada ¿Qué era lo que estaba pasando? (Lucas 1.4-7)

La educación empieza en casa. Sin embargo cuando el niño cumplió doce años se separó de su familia en el viaje al Templo de Jerusalén para participar de la palabra con los maestros de la ley. Sus padres al parecer estaban admirados pues no conocían esta faceta en la vida de su hijo. ¿Entonces de qué hablaban con el niño en la casa? ¿Había estado perdido para ellos durante tres días o en realidad… no reconocían quién había estado con ellos durante doce años? (Lucas 2.41-52)

Incomodando al invitado. "¿Qué tengo que ver contigo mujer?" Imagínate que eres el invitado de otro invitado a unas bodas, y por serlo te piden que pagues tu entrada cooperándote con el vino pues éste se acabó. La mamá de Jesús "intercedió" por unos avergonzados novios que estaban quedando mal con la concurrencia. Se da a entender que María sabía que su hijo podía hacer "algo". Cuando ella dice a los servidores "hagan lo que él les diga", se está retrayendo para que Él salve una situación vergonzosa, común y corriente. Su mamá estaba dispuesta a que Él salvara a sus amigos, que la habían invitado a ella, pero no estaba dispuesta a que Jesús salvara al mundo con el mejor vino. La frase "aún no ha llegado mi tiempo", indica que su familia ya antes había querido catapultarlo a la fama. (Juan 2.1-12)

Fiesta grande. Las palabras del versículo tres manifiestan frustración y desesperación por un hermano con poderes extraordinarios que no quería exhibirse ante la gente. Tal vez hasta resentimiento le tenían porque Él no quería hacer público su poder. Así es mucha iglesia, familia para quienes cualquier tiempo es bueno. Lo cierto es que esta clase de familia no creía en Él. Pero no entendía que Él no tenía ningún interés en subir a esa fiesta religiosa o fiesta de la fama, a la que sí subían sus hermanos. Jesús no, pues Él sólo quería estar en familia, pasar un tiempo con los suyos, en casa. Ese es su interés, comunión y no fiesta religiosa. Tal vez la familia más privilegiada de todos los tiempos también fue la más miserable, una que no reconoció quién estaba con ellos en el establo, en la mesa, en la carpintería, en la casa. Días, meses, años. Incomprendido, irreconocible e ignorado. ¿Tú qué clase de familia eres para Jesús? ¿Has dimensionado quién está contigo? (Juan 7.1-9)

lunes, 12 de abril de 2010

ANTICRISTIANISMO

El diablo es el maestro de la falsificación. Si ha de poner una anti iglesia será una que lo parezca.
El pecado del anticristiano no es como el común. Sería muy fácil reconocer una falsificación de la iglesia con pecados comunes.
No leer y sólo estudiar la Palabra es una de las causas de la gran ignorancia que pesa sobre los ministros el día de hoy. Más fácil que crear una iglesia falsa es corromper una que ignora la Palabra de Dios.
Pecados tristemente celebres como el de Jeroboam, el de Jezabel o el de Corè son práctica común entre las congregaciones ¡Y nadie dice se da cuenta!
Exactamente lo que más abominó Dios, según su palabra, es lo que hoy más abunda en las asambleas cristianas.
- Los pecados más mencionados:
El de Jeroboam
El de Acab
El de Jezabel
El de Atalía
El de Caín
El de Balaám
El de Corè
¿Cuáles conoces de éstos? ¿Sabes el significado de cada uno? ¿Por qué no se enseñarán en las congregaciones?

MEDUSA APOSTOLICA I

Según la mitología griega, la medusa era una bestia con cuerpo de mujer que tenía sobre su cabeza, no cabello, sino serpientes. Si alguien se atrevía a mirarla a los ojos, éste quedaba hechizado y se convertía en piedra.
La bestia que cabalga la mujer de Apocalipsis, tiene alguna similitud en que no tiene una sola cabeza, sino muchas. El apóstol Othoniel Ríos Paredes decía que un cuerpo con dos cabezas es un monstruo.
Toda esfera de autoridad en la Biblia ha tenido siempre una sola cabeza:
1. Adán y Eva (Matrimonio)
2. La Era de los Reyes (Gobierno)
3. Capitanes (Hbr. Cabezas) de cientos y de miles (Milicia)
4. La Esfera Ministerial del apóstol Pablo (Iglesia) 2Cor 10.13-16

Baste estos ejemplos para mirar que nunca puso Dios a dos o más con la misma autoridad: Abraham y Sara, Moisés y Aarón, David y Natàn, Elías y Eliseo, Pedro y Juan, Pablo y Bernabé. Dios siempre delegó autoridad y responsabilidad sobre un sólo hombre. Fuera sobre 120 o sobre 600 mil había siempre un sólo responsable.