Sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata. 1 Pedro 1:18
La cobertura aparece en la Biblia como un símbolo de la influencia que una persona cierne sobre sus seguidores. El clásico ejemplo de Elías poniendo su manto sobre Eliseo. O el de la mujer de flujo tocando el borde del manto de Jesús. ¿Cuánto más seríamos influenciados nosotros por medio de la cobertura de nuestros propios padres?
I.- EL MANTO DE BARTIMEO
Y arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús. Marcos 10:50
El manto era tal vez lo único que le quedaba a este mendigo cuyo nombre significa "hijo del inmundo", sin embargo, con tal de volver a ver, no se aferró a él, aunque tal vez era la única herencia de su padre. No le importó el frío de la noche, ni su desnudez. El manto simboliza su condición de dependencia y autoconmiseración, algo que tenía que ser arrojado de encima de sí, echado fuera como si se tratara de un estorbo.
II.- LOS PAÑALES DE SAMUEL
Su madre le hacía una túnica pequeña cada año, y se la traía cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual. 1 Samuel 2:19
Samuel tuvo que renunciar de tres años a los cuidados de mamá, para dedicarse a servir. También nosotros debemos de renunciar a la cobertura de niños para empezar a crecer mientras le servimos al Señor. Si nosotros nos levantamos para servir "el Señor visitará nuestra iglesia y ella concebirá y dará a luz hijos e hijas" (1 Samuel 2:21), pero con tal de que nosotros nos consagremos al servicio y dejemos de ser los "babys" de la iglesia.
III.- EL MANTO REAL DE JONATÁN
Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David con sus ropas militares, incluyendo su espada, su arco y su cinturón. 1 Samuel 18:4
El manto de Jonatán no era cualquier manto, era un manto real. La herencia de su padre, el rey Saúl. ¿Se estaba rebelando así contra su padre? No, más bien estaba haciendo la voluntad de Dios y renunciando a todo lo que significaba esa vieja cobertura, aunque elegante y prometedora. Renunciemos también nosotros a nuestro reinito y dejémoslo en las manos del que es el Rey de reyes. Recordemos que a los que venzan se les dará un verdadero reinado, no en este siglo (como predican los catolicorromanos) sino en el venidero.
IV.- LA ROPA SACERDOTAL DEL BAUTISTA
Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Lucas 1:11
El Bautista también renunció a las viejas y anticuadas vestiduras sacerdotales de su padre para adoptar vestiduras de piel de camello, con tal de preparar el camino al Señor. Dejó las ceremonias religiosas y el lugar santísimo por uno más grande que sí traía la presencia de Dios. Preparado en el desierto prefirió dejar atrás la señal de Elías por una propia, la transformación de los corazones por medio de la predicación (v. 17).
Las coberturas viejas son un serio estorbo para la voluntad que Dios tiene preparada para nosotros. Meditemos en estos ejemplos y pongamos manos a la obra.
Que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos. Efesios 4:22
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