martes, 1 de septiembre de 2009

PRESENCIA QUE DA VIDA

Y se encendió la ira del Señor contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios. 2 Samuel 6:7
Por tres meses permaneció el arca del Señor en la casa de Obed-edom geteo; y bendijo el Señor a Obed-edom y a toda su casa. 2 Samuel 6:11


Existe una gran diferencia entre una persona que teme a Dios y la que no. Se ha hablado mucho de Uza, quien extendió su mano para tocar el arca del pacto. Y de Obed-edom que recibió el arca en su casa durante tres meses. Sin embargo quisiéramos añadir un poco más al respecto. Cuántos como Uza o como Obed-edom habremos aún el día de hoy. Estas preguntas van dirigidas primero a mí y luego a los que como yo, llevan algo de estos dos personajes dentro de sí.

- Uza, ¿Tienes conocimiento de lo que el arca del pacto ha hecho antes de llegar a Jerusalén? ¿Sabías que fue olvidada como símbolo de la presencia de Dios en la tienda de Siló? ¿Y que los sacerdotes que la menospreciaron allí fueron exterminados por su irreverencia? ¿Sabías que no es necesario que el arca sea acompañada por ejércitos para derrotar a sus enemigos? ¿Te enteraste de lo que fue capaz de hacer el arca por sí sola en las cinco ciudades filisteas? ¿Cómo humilló a Dagón? ¿Cómo arrasó esas ciudades con plagas de tumores y ratones? ¿Y cómo terminaron temiéndole los príncipes y los adivinos filisteos? ¿Después de esto todavía crees que el arca necesita de tu brazo, querido Uza? ¿O de tus bueyes? ¿O de tu carro nuevo? ¿No crees necesario conocer primero al Dios al que le quieres servir?

- Obed-edom, ¿Era necesario que un hombre muriera para que tú temieras y vivieras? ¿Cómo recibiste el arca, con gozo o con temor? ¿De veras la querías contigo o hubieras preferido que otro la recibiera? ¿Entonces por qué te bendijo Dios? ¿No fue porque la recibiste con reverencia extrema y con temor? ¿Y porque te santificaste tú y los tuyos, limpiando tu casa de toda abominación? ¿Y cuál fue tu bendición durante tres meses? ¿La prosperidad material? ¿La salud y fortaleza de tu familia? ¿La integridad de tu matrimonio?, ¿No fue más bien que no hubo plagas en tu casa? ¿Que no hubo ratones? ¿Que no hubo tumores? ¿No fue más bien que seguiste con vida durante esos tres meses? …¿Estás vivo todavía?... ¿Vives? Esa, querido Obed-edom, es la bendición más grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.