lunes, 29 de diciembre de 2008

ICONOCLASTAS

Un iconoclasta era aquél cristiano reformado, de tiempos de Lutero, que por su celo gustaba de destruir imagenes de ídolos. En la actualidad regresa esa vieja forma de celo, pero ahora no contra las imágenes de "el sagrado corazón" o "san Judas Tadeo", no, sino contra la imagen que los medios de comunicación dan a conocer de los actuales ministerios.
Nuestros pastores nos han enseñado que debemos ser cuidadosos a la hora de mostrar la imagen de nuestra persona o la de nuestra iglesia.

- Dios es el máximo iconoclasta al destruir su propia imagen, que era su Hijo.
- Jesucristo menosprecio la verguenza al manifestar su debilidad ante sus homicidas.
- Pablo también nos enseñó al gloriarse en sus debilidades.

Por tanto debiéramos seguir estos ejemplos a la hora no sólo de evangelizar, sino también de mostrar en los medios de comunicación lo que es la iglesia local. Hago un llamado a todos los cibernáutas que manejan imagenes indiscriminadamente para que manifestemos la sencillez del evangelio por medio de la red. Recuerdo cuando nuestro pastor general desde el púlpito nos exigió que quitáramos sus fotos del ciberespacio, y nos ha aconsejado que tengamos cuidado con el efecto que estos medios de imagenes puedan tener.

Es muy dificil hablar del tema. Algunos piensan que subir el video de algún retiro es para dar a conocer la gloria de Dios a todo el mundo. Pero preguntémonos si hay por allí algún otro motivo que no sea puro. ¿Cómo pues dar a conocer lo que Dios hace en nuestras iglesias? Necesitamos un asesor de imagen. Les voy a recomendar uno: El Espíritu Santo. Sencillo y humilde, él no se ve, ¡pero qué poder y qué presencia! 
Me despido, bendiciones a todos.