sábado, 15 de mayo de 2010

Amistad Artificial

Si no merecemos la herencia, si no nos la hemos ganado, no importa. Con un poco de astucia e insistencia la podemos obtener. Eso es lo que nos enseña el hijo pródigo en Lucas 15.
Gozo artificial, paz fabricada, amistades ilusorias fueron creadas por la astucia de un hijo que estaba cansado de la rigidez de su padre.
¿Dónde buscamos nosotros esa amistad, esa paz? Cualquier cosa se puede sustituir. Un amigo, una fiesta, un lugar, un hijo, bueno, hasta un conyuge (si eres viudo), pero un padre jamás se podra sustituir por otro.
¿Pero se debe ir por el pródigo? No, no, no. Es necesario que llegue solo.
¿Y cuando regresará? No cuando tenga hambre, sino cuando se de cuenta que en la casa de su padre los criados comen mejor que él.

lunes, 10 de mayo de 2010

FAMILIA DEL SEÑOR

Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él. Juan 7.5

También nosotros somos familia del Señor Jesús, pero ¿somos como la que Él tenía? Dios escogió la mejor mujer y al mejor varón para que guardaran a su Hijo, ¿qué estamos haciendo nosotros?

¿Santos peregrinos? El primer desconcierto de esta pareja que buscaba posada fue preguntarse ¿por qué si llevamos al hijo de Dios no encontramos un lugar para el parto, para reposar y sobre todo para el niño? No fue su fe la que les trajo al Hijo de Dios, y cuando tuvieron fe no encontraron posada ¿Qué era lo que estaba pasando? (Lucas 1.4-7)

La educación empieza en casa. Sin embargo cuando el niño cumplió doce años se separó de su familia en el viaje al Templo de Jerusalén para participar de la palabra con los maestros de la ley. Sus padres al parecer estaban admirados pues no conocían esta faceta en la vida de su hijo. ¿Entonces de qué hablaban con el niño en la casa? ¿Había estado perdido para ellos durante tres días o en realidad… no reconocían quién había estado con ellos durante doce años? (Lucas 2.41-52)

Incomodando al invitado. "¿Qué tengo que ver contigo mujer?" Imagínate que eres el invitado de otro invitado a unas bodas, y por serlo te piden que pagues tu entrada cooperándote con el vino pues éste se acabó. La mamá de Jesús "intercedió" por unos avergonzados novios que estaban quedando mal con la concurrencia. Se da a entender que María sabía que su hijo podía hacer "algo". Cuando ella dice a los servidores "hagan lo que él les diga", se está retrayendo para que Él salve una situación vergonzosa, común y corriente. Su mamá estaba dispuesta a que Él salvara a sus amigos, que la habían invitado a ella, pero no estaba dispuesta a que Jesús salvara al mundo con el mejor vino. La frase "aún no ha llegado mi tiempo", indica que su familia ya antes había querido catapultarlo a la fama. (Juan 2.1-12)

Fiesta grande. Las palabras del versículo tres manifiestan frustración y desesperación por un hermano con poderes extraordinarios que no quería exhibirse ante la gente. Tal vez hasta resentimiento le tenían porque Él no quería hacer público su poder. Así es mucha iglesia, familia para quienes cualquier tiempo es bueno. Lo cierto es que esta clase de familia no creía en Él. Pero no entendía que Él no tenía ningún interés en subir a esa fiesta religiosa o fiesta de la fama, a la que sí subían sus hermanos. Jesús no, pues Él sólo quería estar en familia, pasar un tiempo con los suyos, en casa. Ese es su interés, comunión y no fiesta religiosa. Tal vez la familia más privilegiada de todos los tiempos también fue la más miserable, una que no reconoció quién estaba con ellos en el establo, en la mesa, en la carpintería, en la casa. Días, meses, años. Incomprendido, irreconocible e ignorado. ¿Tú qué clase de familia eres para Jesús? ¿Has dimensionado quién está contigo? (Juan 7.1-9)